Es decir, como un aparato que se enciende solo para obtener largas horas de ocio como piloto de carreras, soldado del futuro, jugador profesional de fútbol o amago de bailarín.
Un tiempo de entretenimiento que, sin duda, le es ‘robado’ a la televisión, las redes sociales o las comunicaciones en línea.
Y eso, precisamente, es lo que quiere cambiar Microsoft con la nueva Xbox One.
Según su discurso de lanzamiento la semana pasada, la empresa quiere que junto al exitoso sistema de control mediante voz y movimiento llamado Kinect, las personas ahora estén en capacidad de operar no solo sus juegos de video sino sus perfiles sociales, su programación de televisión y hasta sus comunicaciones en línea.

“Xbox One es lo único que necesitarán a diario. Será el lugar en donde sus juegos y entretenimiento estarán juntos”, dijo Don Mattrick, de la unidad de entretenimiento interactivo de Microsoft. Le faltó comentar que también se necesitará un decodificador de TV con salida HDMI (puerto de audio y video de alta definición).
Esto, debido a que la consola pretende convertirse en el ‘rostro’ del televisor. A través de su sistema operativo, las personas podrán pedir (con la voz) y seleccionar (moviendo las manos) sus programas de televisión, ordenar una lista de reproducción, entrar a sus perfiles de redes sociales o tener una videoconferencia por Skype, incluso de modo simultáneo.